No es que Demi Moore sea una actriz que me encante (tampoco es que me disguste). Cuando me he cruzado con alguna peli suya, la he visto y punto. Bueno, pues no hace mucho tiempo vi por primera vez tanto La teniente O’Neil (G. I. Jane 1997) como Una proposición indecente (Indecent Proposal, 1993). Sabía que las dos películas tuvieron ciertas críticas negativas en su día (también ella lo remarca en el libro), pero a mí me parecieron bastante buenas, en especial La teniente O’Neil, y cuando vi el libro en el estante de la librería, no me lo pensé, me apetecía leerlo.